Quiero iniciar, con esta nota, la creación de una memoria, de los que no hemos vivido la historia del sindicalismo español desde el origen, pero que aún así, nos creemos parte de la misma.
Pretendo dar a conocer, a través de mí misma, con un aprendizaje propio y autodidacta, esos procesos de los que se ha nutrido el mundo del trabajo en nuestro país y de los hemos de absorver lo mejor y lo peor, para recrearnos en lo vivido por los que un día creyeron que había que movilizarse por la defensa de los derechos de trabajadoras y trabajadores.
Esa lucha sigue siendo necesaria en el 2008. Porque hoy en día, en momentos de crisis y de cambios económicos importantes, los jóvenes , las "nuevas generaciones" de sindicalistas, tenemos mucho que aprender si pretendemos ser un motor del cambio.
Empecemos, pues, esta andadura y nutrámonos de aquellos y aquellas que encabezaron la movilización entonces. Que nos dejen un espacio en la pancarta de la cabecera, que nos sumamos a su voz.
Desde aquí, mi agradecimiento a tantos y tantas valientes.
jueves, 4 de diciembre de 2008
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